lunes, 24 de agosto de 2020

Comunicación e incomunicación: ¿Con cuál te quedas?



  A mi parecer, en todas las relaciones humanas del tipo que sean la comunicación es un elemento esencial, vital, pues sin esta existir los malos entendidos, las discusiones inservibles e innecesarias, y los problemas pueden sucederse de un modo estrepitoso que, sin duda alguna, se terminarán convirtiendo en un alud que lo destrozará todo y causará muchísimo daño a ambas partes.
  En el BDSM, como siempre sostengo, todo se ve magnificado debido a la potente implicación de ambas partes y al vínculo intenso que termina uniendo al Amo con su sumisa, de modo que la comunicación, como todo lo demás, se torna trascendental para que haya una relación perfectamente consensuada, segura, sensata/sana, respetuosa, sincera y de confianza mutua.
  En la presente entrada tengo la intención de revisar como la comunicación entre el Dominante y su propiedad es tan beneficiosa como el CSS/CRS, compartiré igualmente un par de vías de comunicación que me parecen muy positivas a la par que originales, y como no, pondré de relieve las consecuencias que una mala o inexistente comunicación puede traer consigo y los perjuicios que para ambas partes acarrearían dichas consecuencias.

1º. LOS BENEFICIOS DE UNA BUENA COMUNICACIÓN, ANTES Y DURANTE LA D/S

  Siempre he defendido la importancia que tiene conocer a la persona tras el rol, no en vano ni Dominantes ni sumisas son sólo lo uno y lo otro, y por lo tanto para someterse y dominar adecuadamente se ha de conocer a quien hay detrás, toda vez que ese conocimiento propiciará una transparencia que servirá para generar la confianza necesaria cara a alcanzar una D/s sana y segura para ambas partes.
  Así, la comunicación se torna un instrumento poderoso de adquisición de conocimientos previos a iniciar la D/s, en tanto en cuanto en este primer nivel se han de dar a conocer los límites, las preferencias, los problemas de cada una de las partes, la disponibilidad, y, por supuesto, lo que cada uno puede esperar de dicha relación, sea puramente D/s o más enfocado a la pareja-BDSM. Por supuesto no se trata aquí de contar con un cuestionario y lanzar preguntas sólo enfocadas en el rol, sino propiciar las condiciones para mantener una comunicación fluida, convirtiéndola en una suerte de puzle a través del cual ir construyendo una imagen mental, emocional y personal de quien tenemos delante.
  ¿Y qué se conseguirá con ello? Con este instrumento poderoso en nuestras manos las partes pueden asentarse sobre cimientos sólidos, conocer a quien se pretende dominar o saber si se quiere someter a esa persona que hemos ido construyendo, para así elegir si se quiere continuar o bien se quiere poner punto final y no avanzar más, después de todo no hay que olvidar que libremente se entra y libremente, si se desea, se marchará.

  Por supuesto, y como bien señala la rúbrica de este ítem, la comunicación ha de extenderse a lo que es la relación D/s en sí y nunca ha de perderse de vista, no en vano esta es el ingrediente básico y primordial de la fórmula mágica para alcanzar ese vínculo intenso, esa conexión mística entre Amo y sumisa.
-Gracias a una buena comunicación el consenso será claro y transparente, no habrá errores y los límites serán bien conocidos por ambas partes, lo que supone un comienzo prometedor. El Dominante no se excederá en su dominio y no transgredirá aquellos, conocerá a la persona tras el rol y podrá dominar desde el conocimiento, enriqueciendo su rol y extendiéndolo de tal manera que podrá dominar el alma y la mente de la sumisa. Así mismo, la propiedad conocerá a su señor y a quien hay tras él, lo que desembocará en una sumisión espléndida, que no requerirá apenas preguntas para complacer, sino que podrá hacerlo de propia iniciativa y esto es algo que, a mí personalmente, me gusta mucho.
-Gracias a la comunicación y al consenso, se contará con seguridad. Sabiendo muy bien los límites de cada uno, y habiéndose consensuado los términos de la D/s y su afección, se contará con los recursos necesarios para vivir una experiencia BDSM magnífica, plena y, ante todo, segura, toda vez que el Dominante no excederá las fronteras conocidas y consensuadas, y la sumisa podrá confiar en él y sentirse segura bajo su amparo y dominio… ¿Funciona o no la comunicación? De momento tenemos una D/s cimentada sobre ella, bien consensuada y segura.
-Gracias a la comunicación, el consenso y la seguridad, nuestra relación D/s es sana y sensata. Con la comunicación llega el consenso, con este se alcanza la seguridad, y finalmente la combinación de ambas proporciona sensatez, lo que nos ha permitido construir algo sano, positivo, que ambas partes disfrutan, hay un Dominante sano y sensato y una sumisa sana y sensata, que sabe que está segura y que puede comunicarse con su señor sin miedo a réplicas duras, desprecio o rechazo… ¿A que la comunicación no está tan mal? Tenemos una D/s bien construida, con un consenso claro y transparente, que no sólo contempla al rol sino que engloba también a la persona detrás, por ende también hay seguridad, y con esta llega la sensatez.
  Pero claro, hay mucho más, ya que con la comunicación llegan otros beneficios como son la sinceridad, pues ambas partes tienen una comunicación basada en la sinceridad y, por lo tanto, se ha generado una fuerte confianza que permite explorar al máximo el BDSM y todo lo que nos ofrece… ¡Vaya! Pero aún queda un último detalle: Con todo lo anterior viene también el respeto, un elemento clave y que hará que ambas partes se sientan cómodas y entregadas en un 100% con sus respectivos roles, lo que redundará en una relación envidiable.

2º. UNA IDEA, UN PROYECTO

  ¿Sabéis por qué empecé a escribir este blog? Porque quería ir plasmando mis sensaciones, pensamientos y madurez como Dominante… ¿Y con qué fin? Porque considero que la pluma tiene un gran poder, y ya no sólo cara a los demás, sino también hacia nosotros mismos, nos permite realizar una constante introspección, conocer nuestras ataduras, nuestras sombras, nuestros límites, nuestra forma de entender nuestro entorno en base a lo que sentimos y pensamos, es, en definitiva, un instrumento valiosísimo para saber quienes somos.
  Es por ello que considero interesante que nuestras propiedades, y esto no deja de ser un consejo/sugerencia, tengan en su haber un diario, ya no personal, que también resultaría muy interesante, sino uno de ellas como sumisas, a la vez que nosotros poseemos el nuestro propio. ¿Y ello por qué? Porque de esa manera se pueden detectar más fácilmente los problemas, los errores y los fallos que pueden tener lugar en las sesiones o en la propia relación D/s.
  ¿Y qué podemos conseguir con lo anterior? Fácil, que a la hora de comunicar cambios, sensaciones y emociones esto sea más fácil y sencillo, más transparente. Sé que parece un trabajo tedioso, pero estoy seguro que si esto se hace, y al menos una vez al mes el Amo y su propiedad se sientan y comunican libremente sus impresiones respecto de la relación, pueden captarse y solucionarse pequeños fallos o errores imperceptibles en un día a día y que, a la larga, sumándose a otros, pueden causar que todo se desmorone.
  Una vez más la comunicación, ya no sólo entre Amo y sumisa sino entre ellos con su interior, puede transformarse en el aliado perfecto para construir y avanzar en una relación D/s, con independencia de su tipología, sana, rica y magnífica, casi mágica, acrecentando de paso el vínculo creado y llevando a los integrantes por una senda de exquisito dominio, maravillosa sumisión, placentero dolor y doloroso placer.

3º. DONDE HAY INCOMUNICACIÓN, HABRÁ FRACASO SEGURO

  Todo lo contrario a lo que hemos expuesto es la incomunicación, normalmente asociada al egoísmo, el desinterés y el BDSM errado, una tónica que últimamente se ha extendido entre los Dominantes, tal como lo he expuesto en anteriores entradas.
  No es difícil reconocer a los dominantes payasos o falsos, lo primero que hacen al interactuar con una sumisa es, precisamente, mantener una mala comunicación, preguntándoles e interesándose por sus gustos únicamente en el BDSM, inquiriendo en relación a sus límites (que dan por erróneos), exigiéndoles un tratamiento que no se han ganado, etc. Esto per se no es mala comunicación, sino que directamente es incomunicación, en tanto en cuanto lo que prima es sus ansias de conocer sólo al rol para ver cómo pueden utilizarlo en su beneficio egoísta, ignorar a la persona que hay tras él y preocuparse por sus propios intereses… No quieren conocer, no quieren saber y comunicarse, quieren sólo satisfacer su morbosidad y saberse dueños de alguien a quien ni siquiera conocen.
  Una relación cimentada sobre estas bases carece de toda solidez y sólo está compuesta por una única persona preocupada de sí misma y de sus hábitos e ideas, de modo que no resulta difícil especular que está evocada al fracaso y que, por desgracia, quien peor saldrá de ella no es otra que la sumisa que se convierte en una especie de objeto sin alma, privado de voluntad y que sólo actúa espoleada por el miedo y el desconocimiento.
  Si la sumisa no detecta al dominante payaso, o se cree que eso es un Dominante sólo porque él se lo asegura (normalmente apoyándose en no sé cuántos años de experiencia), y presa igualmente de su desconocimiento, se sumergirán en una D/s tóxica y nociva, donde sólo priman los placeres, gustos y la satisfacción del mal amo. No habrá comunicación, no habrá límites, no habrá respeto ni confianza, sólo habrá frialdad, despotismo y maltrato, porque se pongan como se pongan estos advenedizos, su falso estilo no es más que machismo y violencia mal disfrazada.
  La comunicación, por tanto, es esencial, tanto como el respeto, la sinceridad, la confianza y el CSS. Una comunicación fluida y sincera desde el comienzo, permitirá forjar una D/s sana y consensuada, lo que arrastrará a sus participantes directamente al abismo del placer y del auténtico BDSM

Sirius B

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