miércoles, 17 de marzo de 2021

Consejos para sumisas

  Tal como indica el título, y tal como lo prometí en mi última entrada, dedicaré esta a dar algunos consejos para sumisas, o bien chicas que quieran adentrarse en este mundo desde este rol. Ahora bien, creo que es pertinente que haga dos aclaraciones: La primera de ellas es que dedico esta entrada a las sumisas en particular porque soy hetero, y aunque existen sumisos (así como Dóminas) desconozco a alguno, aunque supongo que los principios y la esencia es la misma, lo que no quiere decir que sea de aquellos que sostienen que el BDSM es un colectivo meramente masculino (para más detalles, leed la entrada dedicada a mi primera quedada). Y, en segundo lugar, soy Dominante y mis consejos estarán orientados desde esa perspectiva.

  Ya por último, para cerrar esta introducción, quiero agradecer a las dos sumisas que me han dado parte de su tiempo y han aportado su punto de vista más personal. Ellas son Keilah, una sumisa lg que tiene una visión muy particular y propia del BDSM y que tiene ya dos años en esto. Y la otra, como no podía ser de otra forma, es mi adorada sumisa, Arwen, quien brindará la visión de una propiedad recién iniciada pero con un potencial enorme… Gracias a las dos. Y ya sin más, entremos en materia.

 

1º. CONSEJOS PARA UNA SUMISA: LA VISIÓN DE UN DOMINANTE

 

1). Aparta tus prejuicios. El BDSM no es el demonio de ojos negros que nos ha vendido la sociedad durante décadas, y ser sumisa no es en ningún caso algo denigrante ni retrógrado, es un modo de vivir y experimentar las relaciones y hasta el amor. De ninguna manera asumir un rol supone la pérdida de tu identidad como mujer/persona, al contrario, si llegas a buenas manos tu Señor sabrá enriquecerte y hacerte crecer no sólo como sumisa, sino también como mujer/persona.

2º. Abre tu mente. Es fundamental que mantengas una actitud abierta, al comienzo todos sentimos cierto temor, y es normal, estamos descubriendo todo un mundo repleto de posibilidades y sensaciones. Te encontrarás con muchas prácticas, ideas y conceptos, pero ni te agobies, esto no es ni una carrera universitaria ni un ciclo de grado, es una alternativa, una forma de entender el mundo diferente pero no por ello equivocada. Infórmate, documéntate, pero por encima de todo conoce, manten tu mente abierta, ni todas las prácticas son para todo el mundo ni todo el mundo entiende las cosas del mismo modo.

3). Infórmate, pregunta y busca lo que deseas en ti. Está claro que, y como te he dicho antes, es fundamental apartar los prejuicios, abrir tu mente y así informarte muy bien y sin sentirte mal por ello. Informarte te permitirá conocer el mundo al que deseas entrar, de modo que es crucial que lo hagas, al final del artículo te dejo dos links de información para que lo puedas hacer a través de fuentes confiables y apropiadas. Pregunta e indaga, yo, como muchos otros creadores de contenido (Dominantes, Dóminas, sumisas y sumisos), siempre estamos dispuestos a atender las consultas de quien esté interesado, recuerda que internet es un arma poderosa para ello, te proporciona un gran anonimato y así puedes consultar de forma segura. Pero ojo, informarte es importante, consultar también, pero no olvides que las respuestas más trascendentales están en ti, piensa, siente y busca en tus fantasías más recurrentes, así sabrás qué de todo lo que has leído te agrada y que no, esto será fundamental para fijar tus límites.

4). Fija tus límites y hazlos respetar. Fijar fronteras y tener límites es fundamental, y no sólo en el BDSM, sino en la vida en general. Conocerte a ti misma para poder fijarlos es importante, pero hacerlos valer es todavía más trascendental pues ¿de qué te vale tener límites si cualquier piltrafa que se etiquete como Dominante/Dómina te los va a pisotear? Recuerda, eres mujer/persona antes que el rol, y no por ser sumisa puedes permitir que cualquiera te diga que tus límites están mal, que tus fronteras son erróneas o que él o ella puede hacer con ellos lo que le plazca por ser Dom. Tu persona, tu rol, tus límites, y a quien no le gusten… Bueno, ya sabes que hacer.

5). Eres sumisa, no el juguete de cualquiera. Lo he dicho muchas veces en mi blog: Ser sumisa no implica tener que entregarse y mostrar estricto respeto ante todo Dominante o Dómina que se cruce por tu camino. El respeto, la entrega y la obediencia se han de ganar con actos, no con etiquetas y palabras vacías. Es cierto que cabe observar un protocolo, hablar con respeto ante tus superiores, pero ello no significa que por ello seas su propiedad de forma automática. No hay que confundir cortesía y buenos modales con entrega inmediata, es un error muy extendido este último tiempo y que espero pronto empiece a disminuir. Por supuesto, y esto te lo digo así de claro, si la cortesía y la educación no funcionan, y el Dominante o Dómina no entiende un no por respuesta, se clara y concisa, olvida el protocolo y mándalo a que se vaya a… Pasear con su bicicleta.

6). El protocolo. Sobre esto ya dedicaré una entrada más adelante, por ahora sólo has de saber que se te puede exigir la observación del mismo en eventos, salas de chats específicas o grupos de Facebook de BDSM. Eso sí, como he dicho en el punto anterior, ser cortés y educada no significa que seas propiedad de cualquiera y bien puedes mandarlo de viaje a donde peor huele cuando no estés cómoda o se ponga particularmente pesado. Aunque, desde luego, esto también puedes hacerlo de forma educada, tal que así: Caballero, tenga la amabilidad de dejarme en paz e irse a chupar un limón. Acto seguido, tiras del bloqueo de toda la vida y, si tienes ganas, denuncias a la moderación o a los organizadores del evento, créeme, los auténticos Dominantes y Dóminas somos muy intransigentes con quienes se saltan las reglas y no entienden una negativa directa.

7). Nunca sesiones a la primera sin saber frente a quien estás. Esto es un consejo que es importante en los tiempos que corren, donde muchas personas se conectan a páginas de citas, webs y semejantes para buscar follisqueo casual. Respetable, pero en el BDSM no es nada aconsejable. Como he dicho antes, el Dominio y la sumisión se ganan, el respeto y la obediencia se ganan, y la confianza se gana. No porque aparezca un Dominante o una Dómina y te diga que tiene 8.000 años de experiencia en esto ya te postras a sus pies y fijas la hora y lugar de tu primera sesión… ¡Quieta parada! No corras, primero conoce a quien está tras la pantalla, si has de quedar una primera vez hazlo en un lugar concurrido, averigua quién es, rasca y encuentra a la persona tras el rol, y si es digna de confianza, defensor o defensora de la CSS, cuida la seguridad y te la transmite, entonces y sólo entonces plantéate ir un paso más allá. Recuerda, va a marrarte, engrillarte, amordazarte y a azotarte (si surge), y si te das cuenta, son prácticas que pueden situarte en una posición significativamente vulnerable. ¿En serio las practicarías con un desconocido o desconocida?

8). Tu seguridad es fundamental. Seguridad, sensatez y consenso, son las tres columnas sobre las que se cimenta el BDSM (busca mi entrada al respecto) y, por supuesto, tu seguridad es prioritaria, de manera que nunca admitas que por ser sumisa has de renunciar a ella. Puede que alguien te diga “Seré tu Señor, confía en mí y olvídate de la seguridad”, o en cuanto declares tus medidas de seguridad te digan “¿es que no confías en mí?”… Si esto pasa, huye y no mires atrás, tu seguridad siempre ha de ir por delante. Una buena medida de seguridad es, por ejemplo, la llamada de seguridad a un amigo cada 2 horas, o incluso cada hora, o a tu familia, a quien sea, pero siempre has de contar con ella, tener la certeza que, de necesitarlo, puedes comunicarte con alguien fuera de la sesión. Y por supuesto, la medida de seguridad por excelencia: La palabra de seguridad… “Rojo”, “naranja”, “vainilla”, “stop”, cualquiera que se te pueda ocurrir, recuerda que ha de ser clara, corta e inconfundible, para que así se sepa que quieres que la sesión se detenga con efecto inmediato. Por cierto, si tu compañero o compañera es realmente un buen Dom, te recordará las medidas de seguridad antes de iniciar la sesión, para lo cual hará que se las recites para ver si las tienes claras.

9). Escoge un nombre. Esto puede parecer una tontería, pero es parte de la seguridad. Busca un nombre que te identifique, que te guste y adóptalo como tu nombre de sumisa, cara a los eventos o a los chats te proporcionará todavía más anonimato si cabe. Por ejemplo, mi sumisa se llama Arwen, y mi amiga Keilah (ahora las leerás)

10). Disfruta como tú quieras. Nadie en nuestro colectivo tiene la verdad absoluta, el BDSM está a nuestro servicio y no al revés. Por lo tanto, vívelo y disfrútalo como tú quieras, ni estará mal ni estará bien, no será igual que el de otros ni tampoco un error, será tu forma de vivirlo y experimentarlo, tan respetable como cualquiera. Ni caso a estos gurús que pululan por internet como los grandes sabedores, como dioses que se creen que son los únicos que entienden el BDSM, todos aquí somos personas, merecemos respeto y nuestras ideas también. De ahí que, por ejemplo yo, siempre recalque que estas entradas son mi propia forma de entender el BDSM, tan respetable como cualquiera. Eso sí, hay un mínimo: Consenso, seguridad y sensatez, y como yo siempre digo, además confianza, sinceridad y respeto.

 

2º. CINCO PREGUNTAS, CINCO RESPUESTAS: LA VISIÓN DE DOS SUMISAS

 

1ª. ¿Cómo conociste el BDSM y cómo supiste que eras sumisa? ¿Lo sabías de antes, es tu naturaleza, lo descubriste…?

 

Arwen: Considero que he tenido dos etapas de conocimiento del BDSM: la primera, desde la idea general (y errónea) que se suele tener de este tema. Durante esos años no despertó en mí ningún interés porque tenía el concepto de que los Dominantes eran personas frías y egoístas. La segunda, que ha sido el verdadero descubrimiento de este mundo, fue de la mano de mi Señor hace poquito tiempo, cuando aún ni si quiera se me pasaba por la cabeza que llegaríamos al punto en que nos encontramos hoy día.

 

Keilah: Bueno, yo siempre he sido sumisa. Podría decirse que desde el nacimiento lo fui. Siempre he tenido el mismo carácter pero obviamente como en todos los aspectos de la vida, desde la niñez la persona va creciendo y madurando.

Siempre fui una niña tranquila pero a la vez rebelde (tal cual soy hoy en día). Cuando era pequeña y soñaba con el típico "príncipe azul" siempre fue el típico hombre dominante. Amaba a Bestia de "La Bella y la Bestia" cuando se ponía posesivo y le decía cosas como "hoy cenarás conmigo" y usaba ese tono autoritario.

Me imaginaba escenas donde la posesividad y el control estaban presentes. Y ya en la adolescencia, me excitaba pensar que ese posible hombre me besara a la fuerza y me hiciera el amor con toda la rudeza y dominio posible.

Cabe destacar que no soy sumisa sexual, eso quiere decir que vivo mi sumisión de manera diaria y que además en mi caso, deseo es una relación de pareja (que no sea vainilla) donde en el día a día se sienta que él es "superior" a mi. Donde yo me sienta que soy su sumisa, que soy su propiedad más preciada pero por amor, que esa posesividad y territorialidad surjan del sentimiento de amor, no de suplir el deseo de dominio puramente hablando.

A raíz de que siempre he sido sumisa y lo seré hasta el día de mi muerte, todas mis relaciones sentimentales han acabado mal por esto mismo. Siempre he buscado que mi pareja me controlara en todo; con quién salgo, a donde voy, con quién hablar, que me prohibiera salir de noche, hablar con otros hombres, etc. (Sé que en este punto muchos/as se echarán las manos a la cabeza pero recordad que es un gusto personal y no estoy defendiendo que en todas las relaciones D/s tenga que ser así). Esto me gusta porque me siento amada y cuidada (amo los hombres que son protectores exageradamente), es una expresión de que soy importante para esa persona. Me gusta que estén pendiente de mi 24/7, eso para mi también es importante. Entonces como en una relación vainilla hay una igualdad entre las dos partes pues esto no lo conseguía de mis parejas porque ellos querían darme libertad y eso a mi personalmente no me llena. Además, en el terreno sexual a mi me gusta que me hablen rudo, que me llamen "puta, zorra, perra" y me lo hagan duro, con spanking y toda la cosa y claro está  que mis parejas el hecho de llamarme "puta" les incomodaba y si lo hacían era por obligación, lo que daba como resultado que yo me sintiera mal conmigo misma.

El BDSM lo conocí a partir de que mis gustos eran "raros" para una mujer del siglo XXI, donde el feminismo está operante y donde el control se ve como abuso de poder. Yo no sentía que encajaba en esta sociedad y a mi mejor amigo le pasaba igual, así que conociendome como me conoce y a raíz de que él que ya había conocido el BDSM antes que yo, me habló de él y me pasó información porque él estaba seguro de que yo era sumisa y así fue, me sentí plenamente identificada en muchas cosas.

 

2ª. ¿Qué significa para ti ser sumisa? ¿Y cómo dirías que es un buen Dominante?

 

Arwen: Ser sumisa es entregarse en cuerpo, mente y alma a una persona con la tranquilidad de saber que se está en las mejores manos. Es liberación, obediencia, intensidad, respeto, excitación, protección, confianza,... Es una sensación de plenitud cuando tu Amo te hace saber que está complacido con tu entrega, que está orgulloso de tenerte.

Y un buen Dominante diría que es aquél que respeta los límites de su posesión, que se preocupa por conocerla más allá de su rol, que tiene el autocontrol necesario para ser capaz de paralizar de inmediato una práctica cuando así lo requiera su sumisa... Es aquél que en su interior reside una dualidad que hace posible que domine y castigue con mano dura, pero también que cuide y mime con delicadeza.

 

Keilah: Para mi ser sumisa es ser yo misma. Soy una mujer sumisa, ser sumisa es parte de mi al igual que también lo es ser romántica o luchadora por ejemplo. La sumisión forma parte de mis relaciones sentimentales ya que sin ella no me siento plenamente satisfecha en dicha relación. Pero como ya he comentado anteriormente, para mi todo surge a raíz de una relación sentimental llena de sentimientos ya que de lo contrario no me nace servir, obedecer y considerar a ese hombre como lo más importante para mi junto con mi familia y amigos.

Un buen dominante es aquel caballero que se preocupa primeramente en conocer a la mujer antes que a la sumisa. En conocer cada rincón de su mente y de su corazón antes de conocer cada milímetro de su cuerpo y de su piel. Que se preocupa por su bienestar, por aquellos miedos que pueda tener, por aquellos sueños e ilusiones que albergue en su interior. Es aquel hombre dominante que se preocupa por conocer los límites de su sumisa y sobre todo en respetarlos. Que no quiere cambiarla, que la acepta y quiere tal cual es y que su única preocupación es ayudarla a ser mejor cada día. Aquel hombre que se preocupa por el placer de su sumisa antes que por el propio... eso para mi para mi es ser un buen dominante.

 

3ª. Desde tu punto de vista, ¿dirías que ser sumisa supone la pérdida de tu personalidad, es decir, crees que el rol debe superar a la persona?

 

Arwen: No, para nada. Creo que para poder disfrutar del rol es esencial no perder ese punto de apoyo y conexión con nuestra propia persona. Realmente como pasaría en cualquier otro contexto, por ejemplo una madre, una esposa, una barrendera, una ejecutiva... Lo sano es no dejar que cualquiera que sea el rol, se coma a la persona.

 

Keilah: Desde mi perspectiva ser sumisa no te hace perder tu personalidad, es decir, como ya sabemos hay muchos tipos de sumisas; hay algunas que solo son sumisas sexuales, otras que lo viven en ciertas áreas de su vida y otras como yo que lo viven cada segundo de su día a día. Cuando el sentimiento sumiso se lleva dentro del alma forma parte de tu personalidad por lo que cohabita con otras características de tu persona. Si no eres sumisa 24/7 está bien, si eres sumisa solo sexual está bien y si lo eres como yo también está bien. Todo está bien siempre y cuando la persona se sienta agusto consigo misma y por ende plena y feliz. 

No considero que el rol supere a la persona porque toda sumisa es también mujer con todo lo bueno que esto conlleva. En mi caso por ejemplo, me considero una persona feminista e igualitaria. Pienso que el hombre y la mujer tienen los mismos derechos y obligaciones y que nadie es mejor que nada. Sin embargo, al que considero mi Amo le otorgo el derecho de ser suya completamente, le otorgo el derecho sobre mi vida, mi corazón, mi mente, mi alma y mi cuerpo. Pero eso no quiere decir que vea correcto que una mujer se entregue a un hombre así por así o que si no lo hace es menos sumisa en este caso.

 

4ª. Imagínate que una chica que quiere iniciarse en el BDSM en el rol de sumisa te pide consejos, ¿qué cinco claves le darías?

 

Arwen: Mis cinco claves serían:

1. La primera y más importante: no te olvides de ti, no pierdas de vista quién eres como persona y como mujer. Aunque este punto es clave a la hora de iniciar una relación de cualquier tipo, sigue pareciendo sencillo caer en relaciones tóxicas... Y una relación de ese tipo en el BDSM puede ser peligrosa (más de lo que ya sería per se), teniendo en cuenta los límites que se pueden llegar a alcanzar.

2. La elección del Amo. Que seas una sumisa no quiere decir que tengas que estar a los pies de cualquier Dominante, y mucho menos que le debas devoción al primero que esté interesado en poseerte (huye del que piense así). Trata de conocer a la persona que hay detrás, observa lo que te transmite, averigua si su forma de vivir el BDSM coincide con la tuya... No en vano mi Señor tiene diferentes entradas en este blog donde alerta sobre los falsos Dominantes.

3. No hagas nada que no quieras hacer. Que una mujer sea sumisa no la convierte en una marioneta, y aunque su plenitud la alcance complaciendo a su Señor, no por ello debe obligarse a cruzar límites que no la hagan sentir cómoda. Hay muchas prácticas en las que se puede encontrar el equilibrio, el disfrute común.

4. La información es otro de los puntos fuertes: conoce, pregunta, lee... Empápate bien de las reglas, las prácticas, lo que puedes esperar o encontrar por el camino, antes de tirarte de cabeza a las primeras sesiones. Esto podrá orientarte sobré qué te puede gustar o qué no, qué límites marcar,... Y por supuesto, puede ayudarte a reforzar o descartar la idea de iniciarte en la sumisión.

5. Establece unos límites con tu Amo. La improvisación sobre la marcha no es una opción (aunque por supuesto, los mismos estén abiertos a futuras modificaciones), tampoco aceptes que los menosprecien porque te pidan confianza absoluta desde el minuto uno. Los límites son importantes para poder estar relajada sabiendo lo que no ocurrirá durante la sesión/relación, y por supuesto, para poder respetar los que sean puestos por la otra persona.

 

Keilah: Es una gran responsabilidad dar consejos a otras personas sobre todo en temas de BDSM porque nadie tiene la verdad absoluta pero dado el caso mis cinco consejos para una mujer que quiere iniciarse en el BDSM son los siguientes:

1. Conócete y analízate; conoce quién eres, qué te gusta, cómo te sientes. Ámate primero porque de lo contrario no vas a poder entregarte a nadie libremente. 

2. Investiga; lee mucho sobre el tema (cuadernos BDSM, blogs y páginas web de renombre sobre este mundillo, canales de youtube, etc.) infórmate muy bien y coge lo que te guste y desecha lo que no te guste.

3. Sé tú misma, no permitas que nadie te diga que eres menos sumisa porque no te guste hacer X o Y práctica. Sé clara en lo que quieres y adelante con ello, no dejes que nadie te haga titubear ni ceder ante algo que no te hace sentir cómoda.

4. Date el tiempo en conocer a la parte dominante; un buen dominante nunca te va a hacer sentir presionada para que lo elijas como Amo. Un buen dominante irá a tu ritmo sin prisas y se interesará primero por ti como mujer y persona y después como sumisa. Ahí está la clave! Si ves que te presiona o que quiere que vayas a su ritmo retírate. 

5. La confianza en el Amo es de vital importancia así que cerciórate de que es una persona en la que se puede confiar y que cumple los acuerdos pactados. Cerciorate de que se cumple la palabra de seguridad y disfruta de tu tiempo con él y de tu sexualidad sin miedos ni tabúes.

 

5ª. ¿Te gustaría añadir alguna conclusión?

 

Arwen: Simplemente me gustaría dar las gracias a mi Señor por haber depositado su confianza en mí para realizarme esta entrevista y animar a todas aquellas personas que sientan atracción por el BDSM (sea hacia un rol u otro), a que den el paso de adentrarse un poquito más. Es una experiencia que te cambia la vida, te ayuda a conocerte mejor a ti mism@ y a experimentar sensaciones hasta entonces desconocidas.

 

Keilah: Como conclusión me gustaría decir que si eres sumisa está genial, no estás enferma ni tienes ningún problema. Que si te gusta ser dominada solo en la cama está genial pero si te gusta un 24/7 también está bien. No permitas que nadie (ni dominante ni sumisa) te haga sentir mal por no ser de una u otra manera. Date el tiempo en conocerte, en amarte y en esperar a ese dominante que cambiará tu mundo, no tengas prisa porque puedes caer en malas manos.

Y sobre todo, ten en cuenta que  no importa las ideas que tengas ya que el sentir sumisión es compatible con todas ellas. Si eres feminista y sumisa es perfecto, si eres monógama y sumisa es perfecto, si eres liberal y sumisa es perfecto, si eres una sumisa obediente es perfecto, si como yo eres una rebelde es perfecto. No importa como seas, eres perfecta tal cual eres y el Amo que te tenga a sus pies te querrá tal cual eres y sabrá llevarte por el camino de la libertad y el placer.

Y, por supuesto, le doy las gracias al Señor Sirius por darme la oportunidad de escribir en su blog y poder compartir mi experiencia con quien la pueda necesitar.

 

SiriusB


martes, 2 de marzo de 2021

La idiotez del Dominante

   

  En primer lugar, y como siempre hago, deseo disculparme por mi tardanza a la hora de publicar esta     entrada. Sé que ha pasado mucho tiempo, pero en mi descargo diré que he atravesado un periodo muy convulso de mi vida, con unos pocos momentos algo torcidos y otros muchos fantásticos e increíbles. Quizás de estos últimos el más importante es que he formalizado, recientemente, una relación con una chica muy especial, a quien tengo a mis pies y cuya sumisión me ha entregado de forma maravillosa. Sin embargo, espero en adelante ser tan regular como me sea posible para continuar ayudando a quienes lo necesitáis bien iniciados en este increíble mundo nuestro lleno de posibilidades.

  Hoy dedicaré esta entrada, como ya es habitual, a poner de relieve un tema que he tratado en ocasiones anteriores desde distintos ángulos, pero que de un tiempo a esta parte, quizás por la problemática del coronavirus o simplemente por un incremento del uso de Facebook como vía de comunicación, ha alcanzado cuotas preocupantes y resulta imprescindible su denuncia: El egoísmo de un alto porcentaje de los Dominantes o, a mi entender, la idiotez de los Dominantes.

  No obstante, y antes de entrar en materia, quiero dejar muy claro que esta problemática sólo está extendida en la población masculina, no así en las Dóminas quienes, afortunadamente, tienen un modo de pensar y sentir muy distinto a los Dominantes, tal vez por ese don maravilloso que poseen las mujeres llamado criterio y sensatez. De modo que este artículo sólo se centrará en la estupidez masculina, dejando al margen a las Dóminas por su actitud siempre correcta y adecuada. Así mismo, me limitaré sólo a la interacción con las sumisas, entre otras cosas porque son estas las que más se han quejado a este respecto, tal vez porque los sumisos tienden a relacionarse con las Dóminas y por lo tanto quedan circunscritos a su comportamiento.

 

1º. ¿Qué es la idiotez del Dominante?

 

  Para entender mejor lo que aquí voy a hablar, es menester preguntarnos qué es el fenómeno que yo he bautizado como “la idiotez del Dominante”, el cual bien podría definirse como el comportamiento y/o actitud que toman muchos Dominantes al interactuar con las sumisas, y que se traduce en un comportamiento irracionalmente egoísta, sexual, burdo e insensato, el cual los empuja a pensar sólo en sí mismos y a ignorar que lo que tienen delante es mucho más que una colección de agujeros, sino una persona, una mujer con sus inquietudes y con su forma de entender el mundo y el BDSM. Sin embargo, y llevados por esta idiotez, los Dominantes olvidan esa simple verdad, adoptando actitudes que rayan la peligrosa línea del maltrato que, por si no lo he dejado ya sobradamente claro en mis entradas anteriores, no es BDSM.

  Así pues, la tendencia que he advertido actualmente es la de Dominantes que sin criterio ninguno se lanzan a la caza de sumisas (principalmente en grupos de Facebook), las atraen y comienzan una campaña estúpida de irracionales mensajes colmados de palabras tales como “respeto”, “obediencia”, “propiedad”, etc., todas ellas por supuesto pertenecientes al acervo del lenguaje de nuestro colectivo pero que son desposeídas de su significado y reducidas a vulgares órdenes sin sentido ninguno y a una diarrea verbal cuanto menos repugnante y abusiva.

  La idiotez del Dominante es fácilmente detectable, toda vez que la carta de presentación de quienes la padecen suele ser un mensaje claro y conciso: “¿Quieres ser mi sumisa?”, eso si tienen un mínimo de educación y cortesía, pues de lo contrario inmediatamente empiezan a marcar paquete y a imponer lo que ellos entienden como su autoridad sobre quien, por si no lo han notado, no tienen ningún derecho ni posesión.

  Otro rasgo identificativo es un actitud poco elegante y sensata, tienden a ser vulgares, obscenos y hasta agresivos si la sumisa se da su lugar, cayendo a los descalificativos y a los improperios sin ningún sentido. En relación con esto, podemos decir que el Dominante idiota actúa con agresividad, es tal su complejo de inferioridad, su necesidad de sentirse fuerte y superior, que cae directamente a actuar de forma egoísta y machista, exigiendo un respeto que no se han ganado, una obediencia que no se merecen y una entrega de la que son indignos.

  En efecto, la idiotez del Dominante convierte a quien la ejerce en un machista egoísta, alguien que sólo ve por sí mismo y le importa poco y nada lo que sienta la otra persona. Debido a esto, cuando conocen a una sumisa la ven como un objeto sin alma ni pensamientos propios, la desposeen de su condición de mujer e intentan someterla a su soberana voluntad, sin medida, sin límites y sin ningún tipo de respeto ni consideración, invadiendo su intimidad con fotos obscenas, perturbándolas con mensajes sin criterio ni valor ninguno e insinuaciones o indirectas incómodas e inapropiadas para quien se precie como un caballero, como un auténtico Señor.

  Una vez definida y perfilada la idiotez del Dominante, y bien establecido cómo detectar a quien la ejerce, me gustaría pasar a poner de manifiesto las consecuencias que esta reprobable conducta trae consigo de cara a nuestro colectivo y a los Dominantes que lo somos de verdad.

 

2º. ¿Cuáles son los perjuicios y quiénes los perjudicados?

 

  Por supuesto, y como primerísimas víctimas de estos Dominantes idiotas, están las sumisas, cuyo rol es extraído de ellas, de su personalidad, y convertido en un burdo instrumento del cual estos inmorales se sirven para aplacar sus bajos instintos y apaciguar su enorme complejo de inferioridad, tanto así, que muchas sumisas son sólo usadas como meras marionetas, muñecas que ni sienten ni piensan, sólo sometidas a la voluntad férrea, despótica y cruel de un Señor que ni las merece ni las respeta. Ha alcanzado tal punto la idiotez de estos individuos, que muchas sumisas han decidido reprimirse, apartarse de los grupos de Facebook y, en el peor de los casos, incluso del BDSM, desembocando esta insana actitud de estos falsos Dominantes en un daño irreparable.

  No obstante, y siendo sinceros, no podemos negar el hecho que existen sumisas que no sólo aceptan a estos Dominantes, sino que avalan su comportamiento y secundan sus acciones, criticando a otras sumisas que sí se dan su lugar y se hacen respetar. A mí parecer, y como suelo decir aquí sólo emito mi opinión estrictamente personal, estas sumisas están mal enseñadas, normalmente han seguido una línea de aprendizaje errónea y han atravesado relaciones BDSM dañinas e insanas, las cuales las han llevado a entender que esta forma tóxica y perjudicial de vivir una D/s es la correcta, la adecuada y la que toda sumisa debe seguir.

  De esta manera, y ya retomando el hilo de este ítem, podemos decir que esta forma malsana de entender la interacción y la relación entre un Dominante y su potencial propiedad, o entre un Amo y su sumisa, no sólo perjudica a quienes la practican, sino a nuestro colectivo en general, después de todo la imagen que se proyecta de los Dominantes es que somos machistas, egoístas, vulgares y merecedores de cero confianza, mientras que lo que se deja claro sobre las sumisas es que son mujeres que no piensan y sólo obedecen, que no les importa que las maltraten, que las pisoteen y que la reduzcan sólo a objetos, que están de acuerdo con el machismo y el maltrato. Esto, como no es difícil deducir, nos perjudica a todos, ya que el mundo termina percibiendo a nuestro colectivo por “narcisistas egoístas” y “niñas con gusto por el maltrato”.

 

3º. ¿Cuál es la solución?

 

  De más está decir que la solución pasa por el reconocimiento por parte de los Dominantes falsos y de las sumisas mal instruidas de sus propios errores, lo que está completamente descartado, no en vano ambos grupos creen y aseveran que tienen razón y no van a admitir su equivocación. De esta manera, queda en manos de los auténticos Dominantes y de las sumisas que sí se hacen respetar y se dan su valor como personas, lograr que la imagen que estos personajes tragicómicos dan al resto del mundo pueda variar.

  Ahora bien, quiero dirigirme a las sumisas en particular: Sois mujeres, sois personas, y no todo Dominante que se cruza por vuestro camino puede humillaros, pisotearos y someteros como se le antoje simplemente porque sois sumisas. Las siglas del BDSM, y todas las prácticas a las que engloban, han de ganarse y cimentarse en una base sólida de consenso mutuo, seguridad, sensatez, respeto, confianza y seguridad. Obediencia, entrega, humillación, castigo, etc., no son sílabas vacías de contenido ni prácticas que puedan darse entre dos personas sin más única y exclusivamente porque asumen un rol en un colectivo, son acciones y sensaciones que han de construirse y ganarse.

  Mucho cuidado con quien os cruzáis, ni todos los Dominantes son buenos Amos, ni todas las sumisas son buenos ejemplos a los que emular. Tanto una postura como la otra, han de ganarse, han de conseguirse con acciones, ni con palabras ni con etiquetas. El respeto y la sumisión se ganan, no se imponen.

  Mi próxima entrada se enfocará en las sumisas, concretamente en ellas, procuraré dar mi punto de vista sobre lo que entiendo por una buena sumisa, os daré algunos consejos para protegeros y quizás pueda contar, aunque no lo garantizo, con el testimonio de dos sumisas para que así conozcáis, de primera mano, dos visiones muy distintas, cada una con mucho interés a su estilo. Una de ellas es mi amiga Keilah, quien lleva casi el mismo tiempo que yo en esto y tiene una visión muy propia de lo que es la sumisión, lo que la hace muy interesante. El segundo testimonio con el que quiero contar es con el de mi propia sumisa, Arwen, a cual yo mismo inicié en esto hace no mucho tiempo pero que, y pese a llevar pocos meses, se muestra como una sumisa increíble que me hace sentir cada día tremendamente orgulloso de tenerla a mis pies.

 

Sirius B

Sobre el collar y su poder

    El título de la entrada es muy ilustrativo, de modo que no cabe hacer puntualizaciones ni dar excesivas explicaciones respecto al mism...