martes, 2 de marzo de 2021

La idiotez del Dominante

   

  En primer lugar, y como siempre hago, deseo disculparme por mi tardanza a la hora de publicar esta     entrada. Sé que ha pasado mucho tiempo, pero en mi descargo diré que he atravesado un periodo muy convulso de mi vida, con unos pocos momentos algo torcidos y otros muchos fantásticos e increíbles. Quizás de estos últimos el más importante es que he formalizado, recientemente, una relación con una chica muy especial, a quien tengo a mis pies y cuya sumisión me ha entregado de forma maravillosa. Sin embargo, espero en adelante ser tan regular como me sea posible para continuar ayudando a quienes lo necesitáis bien iniciados en este increíble mundo nuestro lleno de posibilidades.

  Hoy dedicaré esta entrada, como ya es habitual, a poner de relieve un tema que he tratado en ocasiones anteriores desde distintos ángulos, pero que de un tiempo a esta parte, quizás por la problemática del coronavirus o simplemente por un incremento del uso de Facebook como vía de comunicación, ha alcanzado cuotas preocupantes y resulta imprescindible su denuncia: El egoísmo de un alto porcentaje de los Dominantes o, a mi entender, la idiotez de los Dominantes.

  No obstante, y antes de entrar en materia, quiero dejar muy claro que esta problemática sólo está extendida en la población masculina, no así en las Dóminas quienes, afortunadamente, tienen un modo de pensar y sentir muy distinto a los Dominantes, tal vez por ese don maravilloso que poseen las mujeres llamado criterio y sensatez. De modo que este artículo sólo se centrará en la estupidez masculina, dejando al margen a las Dóminas por su actitud siempre correcta y adecuada. Así mismo, me limitaré sólo a la interacción con las sumisas, entre otras cosas porque son estas las que más se han quejado a este respecto, tal vez porque los sumisos tienden a relacionarse con las Dóminas y por lo tanto quedan circunscritos a su comportamiento.

 

1º. ¿Qué es la idiotez del Dominante?

 

  Para entender mejor lo que aquí voy a hablar, es menester preguntarnos qué es el fenómeno que yo he bautizado como “la idiotez del Dominante”, el cual bien podría definirse como el comportamiento y/o actitud que toman muchos Dominantes al interactuar con las sumisas, y que se traduce en un comportamiento irracionalmente egoísta, sexual, burdo e insensato, el cual los empuja a pensar sólo en sí mismos y a ignorar que lo que tienen delante es mucho más que una colección de agujeros, sino una persona, una mujer con sus inquietudes y con su forma de entender el mundo y el BDSM. Sin embargo, y llevados por esta idiotez, los Dominantes olvidan esa simple verdad, adoptando actitudes que rayan la peligrosa línea del maltrato que, por si no lo he dejado ya sobradamente claro en mis entradas anteriores, no es BDSM.

  Así pues, la tendencia que he advertido actualmente es la de Dominantes que sin criterio ninguno se lanzan a la caza de sumisas (principalmente en grupos de Facebook), las atraen y comienzan una campaña estúpida de irracionales mensajes colmados de palabras tales como “respeto”, “obediencia”, “propiedad”, etc., todas ellas por supuesto pertenecientes al acervo del lenguaje de nuestro colectivo pero que son desposeídas de su significado y reducidas a vulgares órdenes sin sentido ninguno y a una diarrea verbal cuanto menos repugnante y abusiva.

  La idiotez del Dominante es fácilmente detectable, toda vez que la carta de presentación de quienes la padecen suele ser un mensaje claro y conciso: “¿Quieres ser mi sumisa?”, eso si tienen un mínimo de educación y cortesía, pues de lo contrario inmediatamente empiezan a marcar paquete y a imponer lo que ellos entienden como su autoridad sobre quien, por si no lo han notado, no tienen ningún derecho ni posesión.

  Otro rasgo identificativo es un actitud poco elegante y sensata, tienden a ser vulgares, obscenos y hasta agresivos si la sumisa se da su lugar, cayendo a los descalificativos y a los improperios sin ningún sentido. En relación con esto, podemos decir que el Dominante idiota actúa con agresividad, es tal su complejo de inferioridad, su necesidad de sentirse fuerte y superior, que cae directamente a actuar de forma egoísta y machista, exigiendo un respeto que no se han ganado, una obediencia que no se merecen y una entrega de la que son indignos.

  En efecto, la idiotez del Dominante convierte a quien la ejerce en un machista egoísta, alguien que sólo ve por sí mismo y le importa poco y nada lo que sienta la otra persona. Debido a esto, cuando conocen a una sumisa la ven como un objeto sin alma ni pensamientos propios, la desposeen de su condición de mujer e intentan someterla a su soberana voluntad, sin medida, sin límites y sin ningún tipo de respeto ni consideración, invadiendo su intimidad con fotos obscenas, perturbándolas con mensajes sin criterio ni valor ninguno e insinuaciones o indirectas incómodas e inapropiadas para quien se precie como un caballero, como un auténtico Señor.

  Una vez definida y perfilada la idiotez del Dominante, y bien establecido cómo detectar a quien la ejerce, me gustaría pasar a poner de manifiesto las consecuencias que esta reprobable conducta trae consigo de cara a nuestro colectivo y a los Dominantes que lo somos de verdad.

 

2º. ¿Cuáles son los perjuicios y quiénes los perjudicados?

 

  Por supuesto, y como primerísimas víctimas de estos Dominantes idiotas, están las sumisas, cuyo rol es extraído de ellas, de su personalidad, y convertido en un burdo instrumento del cual estos inmorales se sirven para aplacar sus bajos instintos y apaciguar su enorme complejo de inferioridad, tanto así, que muchas sumisas son sólo usadas como meras marionetas, muñecas que ni sienten ni piensan, sólo sometidas a la voluntad férrea, despótica y cruel de un Señor que ni las merece ni las respeta. Ha alcanzado tal punto la idiotez de estos individuos, que muchas sumisas han decidido reprimirse, apartarse de los grupos de Facebook y, en el peor de los casos, incluso del BDSM, desembocando esta insana actitud de estos falsos Dominantes en un daño irreparable.

  No obstante, y siendo sinceros, no podemos negar el hecho que existen sumisas que no sólo aceptan a estos Dominantes, sino que avalan su comportamiento y secundan sus acciones, criticando a otras sumisas que sí se dan su lugar y se hacen respetar. A mí parecer, y como suelo decir aquí sólo emito mi opinión estrictamente personal, estas sumisas están mal enseñadas, normalmente han seguido una línea de aprendizaje errónea y han atravesado relaciones BDSM dañinas e insanas, las cuales las han llevado a entender que esta forma tóxica y perjudicial de vivir una D/s es la correcta, la adecuada y la que toda sumisa debe seguir.

  De esta manera, y ya retomando el hilo de este ítem, podemos decir que esta forma malsana de entender la interacción y la relación entre un Dominante y su potencial propiedad, o entre un Amo y su sumisa, no sólo perjudica a quienes la practican, sino a nuestro colectivo en general, después de todo la imagen que se proyecta de los Dominantes es que somos machistas, egoístas, vulgares y merecedores de cero confianza, mientras que lo que se deja claro sobre las sumisas es que son mujeres que no piensan y sólo obedecen, que no les importa que las maltraten, que las pisoteen y que la reduzcan sólo a objetos, que están de acuerdo con el machismo y el maltrato. Esto, como no es difícil deducir, nos perjudica a todos, ya que el mundo termina percibiendo a nuestro colectivo por “narcisistas egoístas” y “niñas con gusto por el maltrato”.

 

3º. ¿Cuál es la solución?

 

  De más está decir que la solución pasa por el reconocimiento por parte de los Dominantes falsos y de las sumisas mal instruidas de sus propios errores, lo que está completamente descartado, no en vano ambos grupos creen y aseveran que tienen razón y no van a admitir su equivocación. De esta manera, queda en manos de los auténticos Dominantes y de las sumisas que sí se hacen respetar y se dan su valor como personas, lograr que la imagen que estos personajes tragicómicos dan al resto del mundo pueda variar.

  Ahora bien, quiero dirigirme a las sumisas en particular: Sois mujeres, sois personas, y no todo Dominante que se cruza por vuestro camino puede humillaros, pisotearos y someteros como se le antoje simplemente porque sois sumisas. Las siglas del BDSM, y todas las prácticas a las que engloban, han de ganarse y cimentarse en una base sólida de consenso mutuo, seguridad, sensatez, respeto, confianza y seguridad. Obediencia, entrega, humillación, castigo, etc., no son sílabas vacías de contenido ni prácticas que puedan darse entre dos personas sin más única y exclusivamente porque asumen un rol en un colectivo, son acciones y sensaciones que han de construirse y ganarse.

  Mucho cuidado con quien os cruzáis, ni todos los Dominantes son buenos Amos, ni todas las sumisas son buenos ejemplos a los que emular. Tanto una postura como la otra, han de ganarse, han de conseguirse con acciones, ni con palabras ni con etiquetas. El respeto y la sumisión se ganan, no se imponen.

  Mi próxima entrada se enfocará en las sumisas, concretamente en ellas, procuraré dar mi punto de vista sobre lo que entiendo por una buena sumisa, os daré algunos consejos para protegeros y quizás pueda contar, aunque no lo garantizo, con el testimonio de dos sumisas para que así conozcáis, de primera mano, dos visiones muy distintas, cada una con mucho interés a su estilo. Una de ellas es mi amiga Keilah, quien lleva casi el mismo tiempo que yo en esto y tiene una visión muy propia de lo que es la sumisión, lo que la hace muy interesante. El segundo testimonio con el que quiero contar es con el de mi propia sumisa, Arwen, a cual yo mismo inicié en esto hace no mucho tiempo pero que, y pese a llevar pocos meses, se muestra como una sumisa increíble que me hace sentir cada día tremendamente orgulloso de tenerla a mis pies.

 

Sirius B

1 comentario:

  1. No hay que confundir dominación con machismo, amigo, excelente tu artículo.

    https://brunoymia.blogspot.com/

    ResponderEliminar

Sobre el collar y su poder

    El título de la entrada es muy ilustrativo, de modo que no cabe hacer puntualizaciones ni dar excesivas explicaciones respecto al mism...