lunes, 22 de julio de 2019

Reafirmando ideas: Mi primera quedada BDSM

 
  El presente post no va a ser excesivamente largo, ya que en realidad vengo a comentar brevemente las impresiones e ideas que pude extraer de mi primera quedada el pasado fin de semana, siendo la más importante de ellas que hay tantas formas de vivir el BDSM como dominantes y sumisas existen, y ello porque cada uno lo experimenta y lo traslada a su vida del modo que mejor le plazca; trasladando esto a mi propia vida, me da la tranquilidad, quizás ya tenida pero no del todo afianzada, de poder experimentar el BDSM tal como lo quiera hacer, siempre y cuando me ajuste a las tres bases esenciales y comunes: Consenso, seguridad y sensatez.
  Por otro lado, al estar en un ambiente común a mis gustos pude presenciar el dominio ejercido por algunos amos sobre sus sumisas, concretamente dos, algo que trajo a mi mente el refuerzo que necesitaba, tal como sucediese cuando conocí distintos juguetes (el potro, la cruz de San Andrés, etc.) y logré sacarlos al exterior y hacerlos reales, fue como saber que esto que durante años fue sólo fantasía, llegado el caso será totalmente veraz.
  Otra cuestión que me llamó poderosamente la atención fue el hecho, o mejor dicho, la confirmación que cualquiera puede llegar a transformarse en sumisa, incluso una chica que en realidad no ha tenido contacto con el BDSM de modo alguno, siempre y cuando por supuesto tenga la disposición y la tendencia, aunque sea de forma subconsciente, de ser sumisa y conozca el BDSM de un modo sano con un buen dominante que sepa introducirla con buen juicio y criterio… ¡Ah! Y en relación a esto debo añadir que, y contrariamente a lo que se suele pensar, el colectivo de los dominantes no es sólo terreno de hombres o el de las sumisas sólo de mujeres, ni tampoco las dominas son unas machorras ni los sumisos son unos enclenques, y puedo dar fe de ello porque ese día de seis dominantes que éramos, dos eran dominas y de las mejores que he conocido, y sus dos sumisos eran tíos que en apariencia jamás se pensaría que lo son a simple vista; esto viene a echar por tierra el mito mal extendido entre los vainillas de que en nuestro colectivo los hombres son los dominantes y las mujeres son las sumisas, o que las dominas sólo lo son con hombres débiles.
  Por cierto, y esto va dirigido a todo vainilla que quiera saberlo: Los dominantes no somos Cristian Gray, no tenemos un físico despampanante ni una cuenta bancaria sin fondo alguno, somos personas normales y corrientes, chicos y chicas que sabemos cómo ejercer un magnetismo muy especial en quien así lo deseamos, hacernos poco a poco con su confianza y sumisión hasta hacerlas nuestras; para el dominante auténtico no es necesario ganarse el respeto y la sumisión de su pareja a golpe de talón, sino siendo nosotros mismos y contando con el consentimiento y confianza de la otra persona.
  En relación con lo anterior, he de decir que los miembros del colectivo BDSM somos personas normales y corrientes, algunos en extremo freaks y con inquietudes como cualquier ser humano; y si bien esto yo lo sabía gracias a la lectura de artículos y blogs que así lo reflejaban, es igualmente cierto que gracias a esta quedada puedo rendir cuenta de ello y decirlo con conocimiento de causa… ¡Somos un puñado de freaks! Y por cierto, tampoco dejamos de disfrutar de algunos placeres freaks como son, por ejemplo, las películas Disney u otro tipo de cine, no somos unos seres apagados, oscuros o siniestros, adustos y serios que van por ahí látigo en mano practicando spanking o azotando al mundo.
  Otro aspecto positivo de la quedada fue el hecho, como ya he dejado caer, de estar rodeado de personas con las que comparto este ambiente, algo que fue en extremo positivo pues pude plantear dudas, inquietudes y conocer de primera mano historias y experiencias curiosas que vinieron a darme una idea todavía más clara, siendo esto quizás lo mejor: Gracias a reunirme durante horas con gente de mi ambiente, pude sentirme integrado dentro de una forma de entender la sexualidad y las relaciones que hasta hace relativamente poco no eran más que fantasías rodeadas de prejuicios, de manera que saber que no soy el único y poder vivirlo en carne propia, trasladándolo de la mente a la realidad, me ha dado un plus de confianza y me ha permitido afianzar todavía más lo que para mí ya es un modo como cualquier otro de vivir mi sexualidad y mis futuras relaciones de pareja.
 
Sirius B
 

1 comentario:

Sobre el collar y su poder

    El título de la entrada es muy ilustrativo, de modo que no cabe hacer puntualizaciones ni dar excesivas explicaciones respecto al mism...