domingo, 27 de octubre de 2019

Sobre chicas fuertes, independientes y BDSM


 

  La idea para escribir este post surgió de una conversación que ayer mismo sostuve con una chica súper especial, a raíz de un comentario que en cierto momento de la noche me hizo y que trajo una idea a mi cabeza, idea que si bien ya había pensado en muchas ocasiones, e incluso había expresado de forma muy escueta, no encontraba la inspiración, el punto sobre el que apoyar mi tesis para poder darle un poco más de consistencia, algo que como digo, y gracias a esta chica, pude hallar y por fin puedo expresar con total claridad.

  El título del post brinda cierta pista de cara a conocer un poco la tesis que aquí voy a desarrollar, sin embargo no lo dice todo, pues si bien voy a hablar sobre la relación existente entre BDSM y una chica fuerte e independiente, lo voy a hacer bajo un prisma bastante particular: Los beneficios físicos y psíquicos/emocionales que la práctica del BDSM puede acarrear dado que, y como bien he dejado entrever en alguna otra exposición, el BDSM es un fantástico instrumento no sólo sexual o emocional, sino que su práctica trae para las partes implicadas otros beneficios menos carnales y espirituales, más psíquicos y físicos, y no hallé un modo mejor de ilustrarlo sino a través de esta ejemplificación, es decir, lo que aquí voy a desarrollar es perfectamente extrapolable y aplicable a otros casos, a otros tipos de personalidades ya que, y como siempre digo, el BDSM cada quien lo vive como mejor le plazca y en las circunstancias que le parezcan siempre y cuando cumpla con los mínimos por los que siempre abogo, esto es, consenso, seguridad y sensatez (CSS), así como sinceridad, respeto y confianza (SRC).

 

1). Un acercamiento necesario

 

  En primer lugar, y antes de entrar en el tema objeto de este post, me gustaría explicar de forma muy breve los tres tipos de relaciones (aunque hay muchísimas más) que, y siempre a mi criterio, pueden darse principalmente en el BDSM; como he dicho no son las únicas, cada cual puede tener sus variantes, y ello siempre dependerá de las partes implicadas y de cómo quieran vivir esta experiencia.

-Relación y sesiones. Esta la he conocido hace relativamente poco, de manos de una dómina con mucha más experiencia que yo y a quien respeto muchísimo, y es tan simple como mantener una relación sentimental (abierta o cerrada) y mantener al BDSM aletargado, para luego, cada vez que las circunstancias lo permitan y/o haya disposición por ambas partes, practicar potentes e intensas sesiones, prolongándolas horas o incluso días, para una vez finalizada “abandonar” los roles y volver a un status de pareja tal cual.

-Relación BDSM. En este caso la idea es igualmente muy simple, ya que se trata de una relación normal de pareja, pero con añadidos de BDSM, esto es, a medio camino entre lo anterior y la relación 24/7 (la explicaré a continuación); hay aquí una relación de D/s en ciertas áreas, se mantienen las sesiones y se vive el BDSM de un modo quizás más cotidiano, aunque nunca al nivel de las 24/7, de hecho los roles se mantienen activos sólo en ciertas circunstancias y se retraen en otras, hay un comportamiento dominante/sumiso constante, pero cuando toca se apartan y se asume el status de pareja convencional sin roles.

-Relación 24/7. Esta es quizás la más potente de todas las relaciones BDSM, los roles se mantienen activos durante las 24 horas y los 7 días de la semana (de ahí su nombre) y no hay variación ninguna en ellos. No he conocido al menos de momento una pareja de estas características, sí testimonios de personas que lo han intentado y en muchos casos han acordado bajar el nivel o directamente poner punto final.

  Cada una de estas relaciones (que como digo ni son las únicas ni un numerus clausus) tienen sus ventajas e inconvenientes, y siendo sincero yo me quedo con la primera y con la segunda, aunque sin orden de preferencia ya que ambos son estilos con los que estoy seguro disfrutaría muchísimo; no obstante la que descarto de pleno es la tercera, es decir, 24/7, y ello por el desgaste energético y psíquico que conlleva, además de la implicación que exige a la que yo, personalmente, no me veo dispuesto por mi carácter y mis propias responsabilidades, y la verdad es que hay que ser responsable en este tema y no tomarse algo así a la ligera.

 

2). Beneficios físicos

 

  Ya habiendo esclarecido lo anterior, creo que va siendo hora de explicar los beneficios que el BDSM puede aportar a una persona, que como he dicho supra, y a modo de ejemplo, utilizaremos a una chica fuerte e independiente, además que sólo lo haré desde la visión de los dos primeros tipos de relaciones, y ello porque considero que la relación 24/7 conlleva un gran desgaste psíquico y emocional que resulta “contraproducente” para lo que aquí expondré, sin olvidar que no es un tipo de relación a la que aspire.

  Partamos de la base que el ser una persona con un carácter fuerte e independiente, de forma subconsciente, acarrea un desgaste constante que puede resultar a la larga agotador y que puede requerir de un descanso, de un apoyo, es decir, pasar la carga a otra persona aunque sea ello temporalmente… Cargar las pilas, por decirlo de algún modo para luego continuar adelante y retomar esa personalidad, ese carácter.

  A través del BDSM, y en las manos del dominante adecuado, una sesión puede transformarse en una válvula de escape perfecta físicamente, y ello porque si la sesión se desarrolla de forma correcta, la compenetración y la confianza es la idónea, la sumisa experimentará un alivio físico al abandonarse, al ceder el control al dominante que, a través de su conocimiento y experiencia, la llevará al placer, a la tranquilidad, y si todo incluso supera las expectativas, al subspace, esto es, una descarga extasiante de endorfinas, una sensación que según me han descrito, es similar a un estado narcótico, una droga natural que genera el propio cuerpo y que proporciona un estado de suma tranquilidad y paz, tanto así, que de no estar junto a la persona apropiada el estado puede ser un arma de doble filo, pues la sumisión que se alcanza en el subespace es absoluta, entendiendo este concepto de forma literal. Es por ello que un buen dominante no se aprovechará de ello, dejará que la sumisa disfrute de ese éxtasis durante unos minutos para luego regresarla poco a poco a un estado normal… Relajación absoluta, placer y tranquilidad, sensualidad y confianza.

  Una vez la sesión ha terminado, llega el momento del aftercare, otro instante en el cual el dominante ayudará a que la sumisa, vencida y derrotada por el placer que le ha hecho experimentar, siga disfrutando de paz y relax, ya que durante este instante le prodigará los cuidados y mimos necesarios para hacerle sentir bien, para acrecentar ese vínculo y ese lazo que los une, demostrándole así que es un buen dominante, un buen compañero y proporcionándole de paso el descanso físico que, en su posición diaria de chica fuerte e independiente, no ha podido tener.

  He aquí el gran beneficio físico, a través del placer y de las prácticas que con el BDSM puede experimentarse en una sesión, se logra liberar por un lado endorfinas naturales, alcanzar ese estado narcotizado de total sumisión y tranquilidad, de confianza absoluta, que brinda al cuerpo de la sumisa ese descanso literalmente placentero, y por otro, el posterior aftercare, el cual le permite sentir que tiene un apoyo, que cuenta con ese respaldo, con ese sustento que no le fallará y en quien puede confiar plenamente… Y ello sin olvidar el disfrute y el placer que ha experimentado durante la misma sesión.

 

3). Beneficios psíquicos y emocionales

 

  Una persona fuerte e independiente, que resuelve sus problemas por su cuenta, que se las apaña perfectamente ella sola, padece, y ello es así por una cuestión de lógica, de un cansancio y desgaste emocional y psíquico, pues admirablemente supera los obstáculos y salta las barreras sin contar con nadie más que ella misma, lo que es agotador con el paso del tiempo, ya que se desearía contar con un punto de apoyo sobre el que dejarse caer, a quien traspasarle esa pesada carga aunque sea momentáneamente.

  De sobra está decir que incluso en una relación vainilla, si la pareja se comporta como tal y existe confianza, se puede contar con esa posibilidad; sin embargo, y como expliqué en un post anterior, el BDSM es intensidad, y todo se magnifica de forma extremadamente maravillosa, y esto no es la excepción.

  Teniendo como punto de partida que en la propia relación el vínculo y la confianza generada gracias al BDSM es potente y por lo tanto la chica fuerte e independiente, y sin ser necesario que asuma su rol sumiso en todo momento (primera relación), confiará tanto en su compañero que no tendrá temor a mostrarse vulnerable, a bajar la guardia y ser natural y sinceramente más frágil aunque sea momentáneamente.

  Ahora bien, este vínculo, esta cercanía y confianza plena no sólo se la habrá ganado día a día, que también, sino que la fortalecerá gracias a las sesiones practicadas en las que demostrará a su sumisa que puede confiar en él, que la respeta, que no la juzga ni critica, que puede abrirse ante él y mostrarse vulnerable porque en el fondo él sabe el tipo de chica que es en realidad.

  Ya en la propia sesión la chica fuerte e independiente asumirá su rol de sumisa, se desposeerá de sus cargas psíquicas y emocionales, se las cederá a su Amo y este las tomará con respeto, sensatez y seguridad, velará por ellas, y le proporcionará el descanso que necesita para poder seguir adelante una vez la sesión finalice; el Amo toma el control y poco a poco, con ayuda del BDSM, va conduciendo a su sumisa por esa senda de placer, por esa senda de olvido y tranquilidad, y con un poco de suerte la llevará hasta el subespace, ese rincón en el cual todo se olvida, todo desaparece, no hay presiones, no hay angustias, está segura porque él está ahí, es un buen Amo, un buen compañero, se abandona, confía en él y en el respeto, seguridad y sensatez que le ha demostrado… Está descansada, sus emociones son de él, su psique está extasiada y puede disfrutar de esa liberación que le proporciona el descanso que necesita de un modo literal.

  Luego llega el aftercare, ese momento tras volver a la realidad donde los cuidados y los mimos le permiten estar totalmente abandonada, con su mente y sus emociones todavía libres de cargas y confiada que en las manos de su Amo está a salvo… Todo se acaba, su compañero le regresa sus cargas y entonces ella está renovada, fuerte e independiente una vez más.

 

Sirius B

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