Hace un año que salí
de la mazmorra y me declaré abiertamente como un Dominante miembro del
Colectivo BDSM, y no mucho después (julio del año pasado) abrí este blog con el
objetivo de dejar en él plasmado tanto mis impresiones como mis propias opiniones
y perspectivas de este mundo, sirviendo no sólo como vía de escape y jardín de
mis propios pensamientos, que también, sino como una fuente de conocimiento
teórico/práctico de la cual puedan beber todos aquellos y aquellas curiosos y
curiosas que desean saber más, y quién sabe, hasta decidirse finalmente y
unirse al colectivo del BDSM.
He transmitido mis
conocimientos y mi modo de ver el BDSM, he dejado claro algunos conceptos en la
medida de lo posible y he dado a conocer mi postura, mi entender y mi forma de
vivirlo. Sin embargo hay algo en lo que todavía no he entrado y que hoy, con
motivo de mi aniversario fuera de la mazmorra, he decidido aventurarme y
empezar a compartir contigo, permitiéndome incluso el lujo de romper la cuarta
pared virtual que hasta hoy ha estado entre nosotros, tú que me lees y yo,
Sirius B, el Dominante que escribe. Hablo de las fantasías, las prácticas, las
herramientas de las que un Dominante se sirve en una sesión para crear lo que
se conoce como la magia, ese poder que se va construyendo poco a poco y que
desemboca en la sumisión de nuestra propiedad y nos permite adoptar ese rol que
tanto nos excita, que nos conduce al éxtasis y que nos ayuda a conducir a
nuestra sumisa por la senda del placer.
Iniciaré a partir de
aquí una serie de entradas dedicadas a la cara más práctica y menos teórica del
BDSM, dedicaré algunas entradas a describir fantasías y en otras hablaré de los
materiales del placer, comentaré prácticas, algunas que me gustan y otras que
no, y puede que, en algún momento, recree narrativamente alguna sesión.
Quiero dejar clara
una cosa: A partir de aquí hablaré únicamente de sumisas, y ello porque soy
heterosexual y desconozco las prácticas que una Dómina puede ejercer sobre un
sumiso. Sin embargo permíteme que te diga que tengo pensado pedirle a una buena
amiga que tengo en el colectivo su colaboración y quizás alguna entrada sea
redactada por ella para dar nociones prácticas desde el punto de vista de una
Dómina para con su sumiso, que no tiene diferencias, mas sí matices.
Por supuesto esta
primera entrada será introductoria, en ella intentaré dejar claro los tres
pilares que como una rueda iré tratando a partir de la próxima semana:
Fantasías, materiales de placer y prácticas.
1º. FANTASÍAS
Soy de los que
piensa y defiende que la mente es el órgano sexual más poderoso, y no porque lo
haya escuchado por ahí y simplemente siga una moda, sino porque he tenido
ocasión de comprobarlo en mis propias carnes tanto como receptor de fantasías
como emisor de las mismas. La imagen que una persona nos puede transmitir con
sus palabras, eso sí, según como las diga, puede traer a nuestra mente una
escena clara, viva, exquisita, disparar nuestros pensamientos y convertirlos en
una fuente increíble de placer.
Las fantasías
cumplen un papel primordial en el BDSM, partiendo por la base que este se
asienta sobre la fantasía primaria de Amo y sumisa, Señor y esclava, Dueño y
propiedad. Así pues, la primera fantasía que construimos en una relación BDSM del
tipo que sea es precisamente esta, la de roles bien establecidos, una persona
en una posición de poder con una potestad absoluta sobre la otra que, como no
puede ser de otra forma, se somete, se arrodilla y se prosterna ante una
voluntad ajena.
Desde este punto de
partida el abanico de posibilidades se torna infinito, el único límite que
encontramos son en sí los propios roles dado que todo lo que tenemos que hacer
es construir entorno a ellos y erigir, con ayuda de atrezo o no, la fantasía
que mejor se adapte a nuestros gustos. El Amo toma el control, construye,
utiliza su poder para desatar su magia y sumir a la sumisa en ese trance
placentero que sus fantasías hacen crecer y alimentan.
La imaginación es
también un aliado poderoso para cuando existe una distancia física entre el Amo
y su propiedad, pues ha de ingeniárselas para seguir siendo el Amo sin el poder
de su presencia, de su mirada o de sus gestos. Cierto es que hoy la tecnología
nos permite disfrutar de videollamadas y por lo tanto contar con una imagen para
alcanzar ese objetivo, sin embargo hay circunstancias que pueden
imposibilitarlo pero que, por su contexto, se convierten en escenarios únicos y
maravillosos para activar los roles y poner a la sumisa en su lugar al tiempo
que se le conduce rumbo al placer.
De esto hablaré
largo y tendido en las entradas que correspondan a las fantasías, describiré
situaciones, contextos y circunstancias, hablaré de la lejanía y la proximidad,
del entorno, como hacer que la sumisa se sienta propiedad aún en los lugares
más insospechados, como construir con el poder de la palabra escenas cargadas
de erotismo y convertir al BDSM en un aliado único e irremplazable junto con
nuestra imaginación.
2º. MATERIALES DE PLACER
He conocido a quien
las llama herramientas, juguetes, utensilios, etc., yo prefiero llamarlas
materiales de placer pues para mí son eso, materiales de los que todo Dominante
se sirve para darse placer a sí mismo y por supuesto a su sumisa. Se trata de
una amplia gama de materiales de distintas formas y para distintos usos, aunque
algunos de ellos son tan versátiles que se prestan para recorrer sendas
diferentes.
Si el cuerpo de
nuestra sumisa es todo un mundo con rincones prohibidos que explorar para
llegar a nuestra meta común que es el placer, y las fantasías son el mapa que
nos permite recorrer dicho mundo de formas muy variadas, tomando caminos
exquisitos y nunca repetitivos (salvo que nos guste mucho la senda), los
materiales de placer son nuestro transporte que nos dará el apoyo necesario
para conseguirlo, son esas provisiones con las que contamos para no hacer
viajes al éxtasis monótonos ni agotadores.
Así pues, este será
el segundo punto que quiero presentarte, te hablaré de todos los materiales que
conozco o pueda conocer, los usos que se les puede dar, como utilizarlos, en
qué contextos y bajo qué circunstancias, etc.
3º. PRÁCTICAS
Ya por último este
apartado que no es otra cosa más que un compendio de las anteriores, es decir,
la puesta en marcha de las fantasías y el empleo de los materiales de placer.
Las prácticas sólo pueden ser placenteras si las ejecutamos bien, aunque
francamente nadie es perfecto y sabe como hacer que una práctica le salga
redonda a la primera.
Tengo por finalidad
aquí ser más narrativo, compartir contigo mis experiencias, cómo conseguir que
una práctica te salga bien y la puedas mejorar, las distintas prácticas que se
engloban en el BDSM, algunas que me agradan y otras que no, etc., todo ello por
supuesto desde mi experiencia personal y siempre desde el respeto y la
sensatez.
Sirius B
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