Tal como indica el
título, y tal como lo prometí en mi última entrada, dedicaré esta a dar algunos
consejos para sumisas, o bien chicas que quieran adentrarse en este mundo desde
este rol. Ahora bien, creo que es pertinente que haga dos aclaraciones: La
primera de ellas es que dedico esta entrada a las sumisas en particular porque
soy hetero, y aunque existen sumisos (así como Dóminas) desconozco a alguno,
aunque supongo que los principios y la esencia es la misma, lo que no quiere decir
que sea de aquellos que sostienen que el BDSM es un colectivo meramente
masculino (para más detalles, leed la entrada dedicada a mi primera quedada).
Y, en segundo lugar, soy Dominante y mis consejos estarán orientados desde esa
perspectiva.
Ya por último, para
cerrar esta introducción, quiero agradecer a las dos sumisas que me han dado
parte de su tiempo y han aportado su punto de vista más personal. Ellas son
Keilah, una sumisa lg que tiene una visión muy particular y propia del BDSM y
que tiene ya dos años en esto. Y la otra, como no podía ser de otra forma, es
mi adorada sumisa, Arwen, quien brindará la visión de una propiedad recién
iniciada pero con un potencial enorme… Gracias a las dos. Y ya sin más,
entremos en materia.
1º. CONSEJOS PARA UNA SUMISA: LA VISIÓN DE UN DOMINANTE
1). Aparta tus prejuicios. El BDSM no es el demonio de ojos
negros que nos ha vendido la sociedad durante décadas, y ser sumisa no es en
ningún caso algo denigrante ni retrógrado, es un modo de vivir y experimentar
las relaciones y hasta el amor. De ninguna manera asumir un rol supone la
pérdida de tu identidad como mujer/persona, al contrario, si llegas a buenas
manos tu Señor sabrá enriquecerte y hacerte crecer no sólo como sumisa, sino
también como mujer/persona.
2º. Abre tu mente. Es fundamental que mantengas una actitud
abierta, al comienzo todos sentimos cierto temor, y es normal, estamos
descubriendo todo un mundo repleto de posibilidades y sensaciones. Te
encontrarás con muchas prácticas, ideas y conceptos, pero ni te agobies, esto
no es ni una carrera universitaria ni un ciclo de grado, es una alternativa,
una forma de entender el mundo diferente pero no por ello equivocada.
Infórmate, documéntate, pero por encima de todo conoce, manten tu mente
abierta, ni todas las prácticas son para todo el mundo ni todo el mundo
entiende las cosas del mismo modo.
3). Infórmate, pregunta y busca lo que deseas en ti. Está
claro que, y como te he dicho antes, es fundamental apartar los prejuicios,
abrir tu mente y así informarte muy bien y sin sentirte mal por ello.
Informarte te permitirá conocer el mundo al que deseas entrar, de modo que es
crucial que lo hagas, al final del artículo te dejo dos links de información
para que lo puedas hacer a través de fuentes confiables y apropiadas. Pregunta
e indaga, yo, como muchos otros creadores de contenido (Dominantes, Dóminas,
sumisas y sumisos), siempre estamos dispuestos a atender las consultas de quien
esté interesado, recuerda que internet es un arma poderosa para ello, te
proporciona un gran anonimato y así puedes consultar de forma segura. Pero ojo,
informarte es importante, consultar también, pero no olvides que las respuestas
más trascendentales están en ti, piensa, siente y busca en tus fantasías más
recurrentes, así sabrás qué de todo lo que has leído te agrada y que no, esto
será fundamental para fijar tus límites.
4). Fija tus límites y hazlos respetar. Fijar fronteras y
tener límites es fundamental, y no sólo en el BDSM, sino en la vida en general.
Conocerte a ti misma para poder fijarlos es importante, pero hacerlos valer es
todavía más trascendental pues ¿de qué te vale tener límites si cualquier
piltrafa que se etiquete como Dominante/Dómina te los va a pisotear? Recuerda,
eres mujer/persona antes que el rol, y no por ser sumisa puedes permitir que
cualquiera te diga que tus límites están mal, que tus fronteras son erróneas o
que él o ella puede hacer con ellos lo que le plazca por ser Dom. Tu persona,
tu rol, tus límites, y a quien no le gusten… Bueno, ya sabes que hacer.
5). Eres sumisa, no el juguete de cualquiera. Lo he dicho
muchas veces en mi blog: Ser sumisa no implica tener que entregarse y mostrar
estricto respeto ante todo Dominante o Dómina que se cruce por tu camino. El
respeto, la entrega y la obediencia se han de ganar con actos, no con etiquetas
y palabras vacías. Es cierto que cabe observar un protocolo, hablar con respeto
ante tus superiores, pero ello no significa que por ello seas su propiedad de
forma automática. No hay que confundir cortesía y buenos modales con entrega
inmediata, es un error muy extendido este último tiempo y que espero pronto
empiece a disminuir. Por supuesto, y esto te lo digo así de claro, si la
cortesía y la educación no funcionan, y el Dominante o Dómina no entiende un no
por respuesta, se clara y concisa, olvida el protocolo y mándalo a que se vaya
a… Pasear con su bicicleta.
6). El protocolo. Sobre esto ya dedicaré una entrada más
adelante, por ahora sólo has de saber que se te puede exigir la observación del
mismo en eventos, salas de chats específicas o grupos de Facebook de BDSM. Eso
sí, como he dicho en el punto anterior, ser cortés y educada no significa que
seas propiedad de cualquiera y bien puedes mandarlo de viaje a donde peor huele
cuando no estés cómoda o se ponga particularmente pesado. Aunque, desde luego,
esto también puedes hacerlo de forma educada, tal que así: Caballero, tenga la
amabilidad de dejarme en paz e irse a chupar un limón. Acto seguido, tiras del
bloqueo de toda la vida y, si tienes ganas, denuncias a la moderación o a los
organizadores del evento, créeme, los auténticos Dominantes y Dóminas somos muy
intransigentes con quienes se saltan las reglas y no entienden una negativa
directa.
7). Nunca sesiones a la primera sin saber frente a quien
estás. Esto es un consejo que es importante en los tiempos que corren, donde
muchas personas se conectan a páginas de citas, webs y semejantes para buscar
follisqueo casual. Respetable, pero en el BDSM no es nada aconsejable. Como he
dicho antes, el Dominio y la sumisión se ganan, el respeto y la obediencia se
ganan, y la confianza se gana. No porque aparezca un Dominante o una Dómina y
te diga que tiene 8.000 años de experiencia en esto ya te postras a sus pies y
fijas la hora y lugar de tu primera sesión… ¡Quieta parada! No corras, primero
conoce a quien está tras la pantalla, si has de quedar una primera vez hazlo en
un lugar concurrido, averigua quién es, rasca y encuentra a la persona tras el
rol, y si es digna de confianza, defensor o defensora de la CSS, cuida la
seguridad y te la transmite, entonces y sólo entonces plantéate ir un paso más
allá. Recuerda, va a marrarte, engrillarte, amordazarte y a azotarte (si
surge), y si te das cuenta, son prácticas que pueden situarte en una posición
significativamente vulnerable. ¿En serio las practicarías con un desconocido o
desconocida?
8). Tu seguridad es fundamental. Seguridad, sensatez y
consenso, son las tres columnas sobre las que se cimenta el BDSM (busca mi
entrada al respecto) y, por supuesto, tu seguridad es prioritaria, de manera
que nunca admitas que por ser sumisa has de renunciar a ella. Puede que alguien
te diga “Seré tu Señor, confía en mí y olvídate de la seguridad”, o en cuanto
declares tus medidas de seguridad te digan “¿es que no confías en mí?”… Si esto
pasa, huye y no mires atrás, tu seguridad siempre ha de ir por delante. Una
buena medida de seguridad es, por ejemplo, la llamada de seguridad a un amigo
cada 2 horas, o incluso cada hora, o a tu familia, a quien sea, pero siempre
has de contar con ella, tener la certeza que, de necesitarlo, puedes
comunicarte con alguien fuera de la sesión. Y por supuesto, la medida de
seguridad por excelencia: La palabra de seguridad… “Rojo”, “naranja”,
“vainilla”, “stop”, cualquiera que se te pueda ocurrir, recuerda que ha de ser clara,
corta e inconfundible, para que así se sepa que quieres que la sesión se
detenga con efecto inmediato. Por cierto, si tu compañero o compañera es
realmente un buen Dom, te recordará las medidas de seguridad antes de iniciar
la sesión, para lo cual hará que se las recites para ver si las tienes claras.
9). Escoge un nombre. Esto puede parecer una tontería, pero
es parte de la seguridad. Busca un nombre que te identifique, que te guste y
adóptalo como tu nombre de sumisa, cara a los eventos o a los chats te
proporcionará todavía más anonimato si cabe. Por ejemplo, mi sumisa se llama
Arwen, y mi amiga Keilah (ahora las leerás)
10). Disfruta como tú quieras. Nadie en nuestro colectivo
tiene la verdad absoluta, el BDSM está a nuestro servicio y no al revés. Por lo
tanto, vívelo y disfrútalo como tú quieras, ni estará mal ni estará bien, no
será igual que el de otros ni tampoco un error, será tu forma de vivirlo y
experimentarlo, tan respetable como cualquiera. Ni caso a estos gurús que
pululan por internet como los grandes sabedores, como dioses que se creen que
son los únicos que entienden el BDSM, todos aquí somos personas, merecemos
respeto y nuestras ideas también. De ahí que, por ejemplo yo, siempre recalque
que estas entradas son mi propia forma de entender el BDSM, tan respetable como
cualquiera. Eso sí, hay un mínimo: Consenso, seguridad y sensatez, y como yo
siempre digo, además confianza, sinceridad y respeto.
2º. CINCO PREGUNTAS, CINCO RESPUESTAS: LA VISIÓN DE DOS
SUMISAS
1ª. ¿Cómo conociste el BDSM y cómo supiste que eras sumisa?
¿Lo sabías de antes, es tu naturaleza, lo descubriste…?
Arwen: Considero que he tenido dos etapas de conocimiento
del BDSM: la primera, desde la idea general (y errónea) que se suele tener de
este tema. Durante esos años no despertó en mí ningún interés porque tenía el
concepto de que los Dominantes eran personas frías y egoístas. La segunda, que
ha sido el verdadero descubrimiento de este mundo, fue de la mano de mi Señor
hace poquito tiempo, cuando aún ni si quiera se me pasaba por la cabeza que
llegaríamos al punto en que nos encontramos hoy día.
Keilah: Bueno, yo siempre he sido sumisa. Podría decirse que
desde el nacimiento lo fui. Siempre he tenido el mismo carácter pero obviamente
como en todos los aspectos de la vida, desde la niñez la persona va creciendo y
madurando.
Siempre fui una niña tranquila pero a la vez rebelde (tal
cual soy hoy en día). Cuando era pequeña y soñaba con el típico "príncipe
azul" siempre fue el típico hombre dominante. Amaba a Bestia de "La
Bella y la Bestia" cuando se ponía posesivo y le decía cosas como
"hoy cenarás conmigo" y usaba ese tono autoritario.
Me imaginaba escenas donde la posesividad y el control
estaban presentes. Y ya en la adolescencia, me excitaba pensar que ese posible
hombre me besara a la fuerza y me hiciera el amor con toda la rudeza y dominio
posible.
Cabe destacar que no soy sumisa sexual, eso quiere decir que
vivo mi sumisión de manera diaria y que además en mi caso, deseo es una
relación de pareja (que no sea vainilla) donde en el día a día se sienta que él
es "superior" a mi. Donde yo me sienta que soy su sumisa, que soy su
propiedad más preciada pero por amor, que esa posesividad y territorialidad
surjan del sentimiento de amor, no de suplir el deseo de dominio puramente
hablando.
A raíz de que siempre he sido sumisa y lo seré hasta el día
de mi muerte, todas mis relaciones sentimentales han acabado mal por esto
mismo. Siempre he buscado que mi pareja me controlara en todo; con quién salgo,
a donde voy, con quién hablar, que me prohibiera salir de noche, hablar con
otros hombres, etc. (Sé que en este punto muchos/as se echarán las manos a la
cabeza pero recordad que es un gusto personal y no estoy defendiendo que en
todas las relaciones D/s tenga que ser así). Esto me gusta porque me siento
amada y cuidada (amo los hombres que son protectores exageradamente), es una
expresión de que soy importante para esa persona. Me gusta que estén pendiente
de mi 24/7, eso para mi también es importante. Entonces como en una relación
vainilla hay una igualdad entre las dos partes pues esto no lo conseguía de mis
parejas porque ellos querían darme libertad y eso a mi personalmente no me
llena. Además, en el terreno sexual a mi me gusta que me hablen rudo, que me
llamen "puta, zorra, perra" y me lo hagan duro, con spanking y toda
la cosa y claro está que mis parejas el hecho de llamarme
"puta" les incomodaba y si lo hacían era por obligación, lo que daba
como resultado que yo me sintiera mal conmigo misma.
El BDSM lo conocí a partir de que mis gustos eran
"raros" para una mujer del siglo XXI, donde el feminismo está
operante y donde el control se ve como abuso de poder. Yo no sentía que
encajaba en esta sociedad y a mi mejor amigo le pasaba igual, así que conociendome
como me conoce y a raíz de que él que ya había conocido el BDSM antes que yo,
me habló de él y me pasó información porque él estaba seguro de que yo era
sumisa y así fue, me sentí plenamente identificada en muchas cosas.
2ª. ¿Qué significa para ti ser sumisa? ¿Y cómo dirías que es
un buen Dominante?
Arwen: Ser sumisa es entregarse en cuerpo, mente y alma a
una persona con la tranquilidad de saber que se está en las mejores manos. Es
liberación, obediencia, intensidad, respeto, excitación, protección, confianza,...
Es una sensación de plenitud cuando tu Amo te hace saber que está complacido
con tu entrega, que está orgulloso de tenerte.
Y un buen Dominante diría que es aquél que respeta los
límites de su posesión, que se preocupa por conocerla más allá de su rol, que
tiene el autocontrol necesario para ser capaz de paralizar de inmediato una
práctica cuando así lo requiera su sumisa... Es aquél que en su interior reside
una dualidad que hace posible que domine y castigue con mano dura, pero también
que cuide y mime con delicadeza.
Keilah: Para mi ser sumisa es ser yo misma. Soy una mujer
sumisa, ser sumisa es parte de mi al igual que también lo es ser romántica o
luchadora por ejemplo. La sumisión forma parte de mis relaciones sentimentales
ya que sin ella no me siento plenamente satisfecha en dicha relación. Pero como
ya he comentado anteriormente, para mi todo surge a raíz de una relación
sentimental llena de sentimientos ya que de lo contrario no me nace servir,
obedecer y considerar a ese hombre como lo más importante para mi junto con mi
familia y amigos.
Un buen dominante es aquel caballero que se preocupa
primeramente en conocer a la mujer antes que a la sumisa. En conocer cada
rincón de su mente y de su corazón antes de conocer cada milímetro de su cuerpo
y de su piel. Que se preocupa por su bienestar, por aquellos miedos que pueda
tener, por aquellos sueños e ilusiones que albergue en su interior. Es aquel
hombre dominante que se preocupa por conocer los límites de su sumisa y sobre
todo en respetarlos. Que no quiere cambiarla, que la acepta y quiere tal cual
es y que su única preocupación es ayudarla a ser mejor cada día. Aquel hombre
que se preocupa por el placer de su sumisa antes que por el propio... eso para
mi para mi es ser un buen dominante.
3ª. Desde tu punto de vista, ¿dirías que ser sumisa supone
la pérdida de tu personalidad, es decir, crees que el rol debe superar a la
persona?
Arwen: No, para nada. Creo que para poder disfrutar del rol
es esencial no perder ese punto de apoyo y conexión con nuestra propia persona.
Realmente como pasaría en cualquier otro contexto, por ejemplo una madre, una
esposa, una barrendera, una ejecutiva... Lo sano es no dejar que cualquiera que
sea el rol, se coma a la persona.
Keilah: Desde mi perspectiva ser sumisa no te hace perder tu
personalidad, es decir, como ya sabemos hay muchos tipos de sumisas; hay
algunas que solo son sumisas sexuales, otras que lo viven en ciertas áreas de
su vida y otras como yo que lo viven cada segundo de su día a día. Cuando el
sentimiento sumiso se lleva dentro del alma forma parte de tu personalidad por
lo que cohabita con otras características de tu persona. Si no eres sumisa 24/7
está bien, si eres sumisa solo sexual está bien y si lo eres como yo también
está bien. Todo está bien siempre y cuando la persona se sienta agusto consigo
misma y por ende plena y feliz.
No considero que el rol supere a la persona porque toda
sumisa es también mujer con todo lo bueno que esto conlleva. En mi caso por
ejemplo, me considero una persona feminista e igualitaria. Pienso que el hombre
y la mujer tienen los mismos derechos y obligaciones y que nadie es mejor que
nada. Sin embargo, al que considero mi Amo le otorgo el derecho de ser suya
completamente, le otorgo el derecho sobre mi vida, mi corazón, mi mente, mi
alma y mi cuerpo. Pero eso no quiere decir que vea correcto que una mujer se
entregue a un hombre así por así o que si no lo hace es menos sumisa en este
caso.
4ª. Imagínate que una chica que quiere iniciarse en el BDSM
en el rol de sumisa te pide consejos, ¿qué cinco claves le darías?
Arwen: Mis cinco claves serían:
1. La primera y más importante: no te olvides de ti, no
pierdas de vista quién eres como persona y como mujer. Aunque este punto es
clave a la hora de iniciar una relación de cualquier tipo, sigue pareciendo
sencillo caer en relaciones tóxicas... Y una relación de ese tipo en el BDSM
puede ser peligrosa (más de lo que ya sería per se), teniendo en cuenta los
límites que se pueden llegar a alcanzar.
2. La elección del Amo. Que seas una sumisa no quiere decir
que tengas que estar a los pies de cualquier Dominante, y mucho menos que le
debas devoción al primero que esté interesado en poseerte (huye del que piense
así). Trata de conocer a la persona que hay detrás, observa lo que te
transmite, averigua si su forma de vivir el BDSM coincide con la tuya... No en
vano mi Señor tiene diferentes entradas en este blog donde alerta sobre los
falsos Dominantes.
3. No hagas nada que no quieras hacer. Que una mujer sea
sumisa no la convierte en una marioneta, y aunque su plenitud la alcance
complaciendo a su Señor, no por ello debe obligarse a cruzar límites que no la
hagan sentir cómoda. Hay muchas prácticas en las que se puede encontrar el
equilibrio, el disfrute común.
4. La información es otro de los puntos fuertes: conoce,
pregunta, lee... Empápate bien de las reglas, las prácticas, lo que puedes
esperar o encontrar por el camino, antes de tirarte de cabeza a las primeras
sesiones. Esto podrá orientarte sobré qué te puede gustar o qué no, qué límites
marcar,... Y por supuesto, puede ayudarte a reforzar o descartar la idea de
iniciarte en la sumisión.
5. Establece unos límites con tu Amo. La improvisación sobre
la marcha no es una opción (aunque por supuesto, los mismos estén abiertos a
futuras modificaciones), tampoco aceptes que los menosprecien porque te pidan
confianza absoluta desde el minuto uno. Los límites son importantes para poder
estar relajada sabiendo lo que no ocurrirá durante la sesión/relación, y por
supuesto, para poder respetar los que sean puestos por la otra persona.
Keilah: Es una gran responsabilidad dar consejos a otras
personas sobre todo en temas de BDSM porque nadie tiene la verdad absoluta pero
dado el caso mis cinco consejos para una mujer que quiere iniciarse en el BDSM
son los siguientes:
1. Conócete y analízate; conoce quién eres, qué te gusta,
cómo te sientes. Ámate primero porque de lo contrario no vas a poder entregarte
a nadie libremente.
2. Investiga; lee mucho sobre el tema (cuadernos BDSM, blogs
y páginas web de renombre sobre este mundillo, canales de youtube, etc.)
infórmate muy bien y coge lo que te guste y desecha lo que no te guste.
3. Sé tú misma, no permitas que nadie te diga que eres menos
sumisa porque no te guste hacer X o Y práctica. Sé clara en lo que quieres y
adelante con ello, no dejes que nadie te haga titubear ni ceder ante algo que
no te hace sentir cómoda.
4. Date el tiempo en conocer a la parte dominante; un buen
dominante nunca te va a hacer sentir presionada para que lo elijas como Amo. Un
buen dominante irá a tu ritmo sin prisas y se interesará primero por ti como
mujer y persona y después como sumisa. Ahí está la clave! Si ves que te
presiona o que quiere que vayas a su ritmo retírate.
5. La confianza en el Amo es de vital importancia así que
cerciórate de que es una persona en la que se puede confiar y que cumple los
acuerdos pactados. Cerciorate de que se cumple la palabra de seguridad y
disfruta de tu tiempo con él y de tu sexualidad sin miedos ni tabúes.
5ª. ¿Te gustaría añadir alguna conclusión?
Arwen: Simplemente me gustaría dar las gracias a mi Señor
por haber depositado su confianza en mí para realizarme esta entrevista y
animar a todas aquellas personas que sientan atracción por el BDSM (sea hacia
un rol u otro), a que den el paso de adentrarse un poquito más. Es una
experiencia que te cambia la vida, te ayuda a conocerte mejor a ti mism@ y a
experimentar sensaciones hasta entonces desconocidas.
Keilah: Como conclusión me gustaría decir que si eres sumisa
está genial, no estás enferma ni tienes ningún problema. Que si te gusta ser
dominada solo en la cama está genial pero si te gusta un 24/7 también está
bien. No permitas que nadie (ni dominante ni sumisa) te haga sentir mal por no
ser de una u otra manera. Date el tiempo en conocerte, en amarte y en esperar a
ese dominante que cambiará tu mundo, no tengas prisa porque puedes caer en
malas manos.
Y sobre todo, ten en cuenta que no importa las ideas
que tengas ya que el sentir sumisión es compatible con todas ellas. Si eres
feminista y sumisa es perfecto, si eres monógama y sumisa es perfecto, si eres
liberal y sumisa es perfecto, si eres una sumisa obediente es perfecto, si como
yo eres una rebelde es perfecto. No importa como seas, eres perfecta tal cual
eres y el Amo que te tenga a sus pies te querrá tal cual eres y sabrá llevarte
por el camino de la libertad y el placer.
Y, por supuesto, le doy las gracias al Señor Sirius por
darme la oportunidad de escribir en su blog y poder compartir mi experiencia
con quien la pueda necesitar.
SiriusB
No hay comentarios:
Publicar un comentario